Cualquier momento es bueno para hablar de poesía y zambullirse en el océano de los libros, mientras el tiempo pasa y los versos le toman la delantera. Pero si previamente se ha disfrutado de una buena comida, el colofón literario, de tan intenso y puro, puede alcanzar las cimas de lo inefable y romper las barreras del olvido para instalarse en los recuerdos al aire libre, aunque la lluvia azote las plantas del jardín y alguien, a su manera, las riegue con ingenio y una brizna de audacia.        
Comer, beber, leer poesía… No hay mejor modo de pasar una de esas jornadas que denominan de reflexión, cuando uno ha reflexionado más que de sobra sobre el sinsentido de la mascarada del día siguiente. En tardes como ésta, un buen ajo arriero enciende las estufas corporales, antes de hacer la corte a un espléndido rabo de toro, tierno, jugoso, con la grasa justa, sabrosísimo… y sin cebolla. Todo ello regado con mostro de la época, suave pero matón. Como broche de oro, tras un pastel a base de membrillos, café y un güisqui de quilates, hablé de muchas cosas con Mariano Rivera y, cómo no, saltó sobre el tapete su libro más reciente, Entre sombras, publicado por Huerga & Fierro, que el poeta presentará, el jueves 24, en Jerez. Y ésta es la entrevista que, entre palmas y alegrías –metáfora, en este caso, de placeres vitivinícolas y primores prenavideños-, nos regaló el autor.

"Las sombras en este libro recorren todo un espectro de significaciones psicológicas y filosóficas. Es el subconsciente, es el Otro Yo, los Otros Yoes..."


- No es la primera vez que en la obra poética de Mariano Rivera aparece, como una especie de referente tutelar, el mito platónico de la caverna, ¿por qué?      

- Es cierto. Y en este libro, cuyo título es Entre sombras, se hace más patente.     
La sombra en el poemario se carga de múltiples significaciones metafóricas, y más allá de la apacible sombra de la naturaleza donde descansar, relajarse y entrar en contacto directo con su belleza y con el misterio de la creación, las sombras en este libro recorren todo un espectro de significaciones psicológicas y filosóficas. Es el subconsciente, es el Otro Yo, los Otros Yoes y, totalmente ensambladas al mito de la caverna platónico, también hace referencia a la conciencia y a la falta de conciencia de la auténtica realidad: la lucha entre el conocimiento intelectual y el conocimiento derivado de los sentidos, con participación abusiva del sentido de la vista, el cual, más allá del percibido por el ritmo auditivo de la composición de los versos, como en casi todos los poemas de la gran mayoría de los poetas de todos los tiempos y espacios, se hace patente prácticamente en todos los poemas del libro.        

- En plena era de la informática y el software, ¿qué papel desempeñan los mitos?       

- Dado que la era informática se está convirtiendo, si ya no se convirtió, en un mito de la postmodernidad, es imprescindible confrontar los mitos del pasado con los del presente para desvelar la postura actual del hombre con los valores espirituales que aún sigue necesitando para darle un sentido a su vida.         

- Conocimiento científico e intuición poética: ¿cada vez más distantes?    

- No lo creo. Aquellos seres que han nacido con el don de la intuición poética desarrollado –que no tiene por coincidir (de hecho hoy en día este fenómeno ocurre y se extiende como el sarampión) con todas aquellas personas que por el mero hecho de escribir versos se dicen poetas-, seguirán evolucionando y desarrollando dicha intuición, dado que ésta no desaparece entre el laberinto de las ciencias tecnológicas. Cualquier realidad existente en el cosmos se puede convertir en tema poético.      
Y aunque en una primera etapa, el poeta pueda ver a la tecnología científica como un rival, más tarde o temprano, es campo y abono de su creatividad. Eso sí, y lo digo con un tanto de ironía, requiere el estudio y el esfuerzo de hacerse con los conocimientos básicos de las distintas disciplinas científicas, y no todos los llamados poetas están capacitados culturalmente ni mentalmente para introducirse en ese laberinto, con la pérdida del apasionamiento que ello conlleva.

"Para que el poema sea universal ha de adentrarse en las bambalinas de la vida"


-  Se nos dice que las sombras del título hacen referencias a la realidad fingida platónica, al subconsciente y a todos los yoes ocultos que nos persiguen y con los que hablamos, ¿cuáles son esos yoes, esas sombras…?

- Como decía el filósofo americano Oliver Wendell, entre otros yoes, el que quisimos ser, el que es y apenas se manifiesta, el que es para los demás, el que estaba establecido desde los orígenes, deterministamente antes de nacer, y el pozo de los recuerdos: el amor vivido y el amor idealizado, el odio, la venganza, la pasión, el miedo, los sueños oníricos y, para mí muy importante, el salirse de uno mismo y representar yoes distintos a uno mismo.     
Tal vez sea mi influencia y mi pasión por el teatro. Llego en un momento del libro a decir que todo es Teatro. Cada poema en un escenario, con paisajes realistas o surrealistas, en el que existe como mínimo un personaje que no forzosamente ha de ser el poeta, dado que puede estar encarnando una función teatral y está encarnando un papel bien distinto a su realidad externa e interna. Para que el poema sea universal ha de adentrarse en las bambalinas de la vida.      

- San Agustín, Pessoa, Octavio Paz, introducen al lector en el libro; el primero, era un platónico, pero ¿y los otros dos?      

- Entre los tres hacen referencia a temas profundos, latentes en los significados ocultos del libro: La lucha de la Razón contra el concepto determinista de un Dios omnipotente y contra la conciencia del paso del Tiempo, inexorable para desembocar en el límite entre la vida y la muerte, o mejor, entre lo conocido y lo desconocido; mi necesidad armónica y, por lo tanto, platónica, de equilibrar en el devenir de la existencia, el sentir y el pensar, de tal manera que, aunque en un poema o en unos versos, prevalezcan bien el sentimiento o el pensamiento, el resultado global del poemario, como espejo del existir, se manifieste en un equilibrio entre los dos básicos componentes de la esencia humana; y en cuanto a Octavio Paz, porque preconiza –aunque lo manifieste con mayor nitidez en sus grandiosos ensayos que en su irregular poesía-, la necesaria aparición en la postmodernidad y, en esta aún no clara, incipiente era cibernética, de la ironía en cualquiera de los géneros literarios, como recurso literario y como técnica del distanciamiento del autor, necesaria para lograr la catarsis y superar la angustia, enemiga de la creatividad.

"...la poesía del siglo XXI se hace apasionante cuando el poeta se adentra en cada uno de los campos del saber"


- Hablar de Octavio Paz nos conduce al concepto de literatura difícil, que él defendía, como sinónimo de rigor y profundidad, ¿es difícil la poesía de Mariano Rivera?     

- Que me perdone Neruda, maestro de la imagen y del sentir poético, pero yo no escribo para la inmensa mayoría, y no porque al estar en desacuerdo me lo proponga, sino que de manera libre y sin que exista voluntad previa, más bien escribo para la inmensa minoría. El primer poema del libro lleva una cita de Juan Ramón Jiménez, manifestación de esta respuesta.   
En las respuestas anteriores, manifiesto que la poesía del siglo XXI se hace apasionante cuando el poeta se adentra en cada uno de los campos del saber. Tal vez resulte mi poesía a una mayoría de lectores difícil. Aunque yo prefiero decir o creer que son ellos, la mayoría de los lectores, los que la hacen difícil, por su falta de conocimientos y esfuerzo por conseguirlo.
No obstante, en mis dos últimos libros, aún inéditos, advierto un giro o mejor dicho una nueva etapa en la que, aún existiendo dificultad lectora, la profundidad significativa de los poemas son más asequibles a un lector, eso sí, por supuesto culto.     
Y como la ironía se adueña del escritor de nuestro tiempo, tal vez en mi última etapa evolutiva, babeando y chocheando, recurra al dadaísmo como expresión primaria oral y escrita.

"...difícil lo tiene hoy en día un poeta que negando la existencia y las necesarias fusiones con la narrativa, la dramaturgia y otras artes, quiere expresar su yo más íntimo con los corsés de la métrica"


- Don Antonio Machado, que no simpatizaba con el verso libre, sugería en un poema liberarse del verso, cuando éste esclavice al poeta: ¿adónde conduce esta liberación?     

- Es que yo, adorando a Machado como hombre y poeta, sí simpatizo con el verso libre. Es más, desde el siglo XX, con los conocimientos psicológicos, astrofísicos, y los derivados de la relatividad científica, el verso libre se hace imprescindible y necesario para expresar la nebulosa conciencia que recorre el corazón y la mente del poeta.      
Es axioma irrefutable que no existe buena poesía sin sinceridad –porque fingir también es una necesidad-, y difícil lo tiene hoy en día un poeta que negando la existencia y las necesarias fusiones con la narrativa, la dramaturgia y otras artes, quiere expresar su yo más íntimo con los corsés de la métrica. Nuestro siglo de Oro nos dice lo contrario, pero también en el siglo XVII, pongo por ejemplo, el ciudadano que tenía más escasa memoria, venía a ser como la cuádruple o la quíntuple de un gran memorista actual.

"...el futuro no es contrincante de la poesía, salvo cuando toque y llegue la aniquilación, evolutiva o no, de la especie humana"


- ¿Cuáles son las demandas literarias y espirituales de nuestro mundo?   

- Época histórica de crisis, entendida ésta como confusión, en la que las demandas literarias están relacionadas con la fácil evasión. Si un editor competente es aquel que sabe, conoce y adivina las demandas de la mayoría de los lectores, aceptará los manuscritos escritos bajo el lema light, es decir aquellos que puedan digerir sin dificultades gastronómicas y neurológicas la escritura correcta pero carente de saltos espacio-temporales y vocabulario culto, y, por supuesto, cuyos personajes –tanto los que existen en la poesía, en la narrativa y en el propio teatro- sean reflejo de su mediana cultura, siempre pareja y a fin con la de (y es un término acuñado por el entrevistador) los analfabetos titulados.     

- ¿Tiene futuro la poesía o acabarán con ella los “mercados”?     

- Si por potencia determinista siguen naciendo, no importa el número, poetas auténticos, quiere pensar que el futuro no es contrincante de la poesía, salvo cuando toque y llegue la aniquilación, evolutiva o no, de la especie humana. No obstante, reconozco que es tal el período de corrupción existente en todos los mercados, del que no se podía librar la poesía, que de ampliarse en el tiempo, a futuras generaciones les va a costar un gran esfuerzo distinguir diferencias y establecer los cánones de la Poesía con mayúscula.    

- El concepto de belleza, ¿unívoco o análogo?      

- Siempre unívoco aunque nos venga de procesos analógicos. No existen diferencias entre ambos puntos de vista. La Belleza se encarga de borrar los límites entre ambos.

"No existe la esperanza. Está emparentada con la fe y nuestra determinista razón se encarga de anularla o, al menos, encerrarla en la niebla"


- ¿Cuáles son los pecados y las virtudes de la poesía española  contemporánea?

- La virtud de la poesía moderna y postmoderna ha sido la generadora de sus propios pecados, y será difícil, con la necesaria y tiránica libertad imprescindible para la creatividad poética, santificar el cáncer originario.   
Me explico. La virtud de la diversidad, en la que cada uno de los poetas es isla del gran archipiélago Poesía, ha acabado con las escuelas y movimientos restrictivos de la libertad, impositores de temas y formas poéticas, tantas veces exógenas al fenómeno del misterio de la Belleza. Mas esta libertad insertada en la diversidad ha dado y sigue dando pie a la libérrima interpretación del valor de lo escrito, de lo que surge en el mercado. De tal manera que no existe autoridad académica o de la índole que fuere, como para poner a cada poeta en el lugar que le corresponde. Si yo tengo, pongamos por caso, cuatro libros de poesía editados gracias a la habilidad sin escrúpulos de mis contactos, que no por el valor intrínseco de la belleza generada en sus versos, armonía entre sentimiento y pensamiento, quién refuta al intruso poeta su autoengaño y el de la sociedad donde se ve reflejado.     

- Pese a todo, ¿esperanza?     

- No existe la esperanza. Está emparentada con la fe y nuestra determinista razón se encarga de anularla o, al menos, encerrarla en la niebla. Mejor digamos, paciencia. Todo cambia y en el ciclo del cambio ocurrirá lo que tenga que ocurrir.        

© Una entrevista de Domingo F. Faílde